¿A la tercera va la vencida? Para mí, ha sido a la cuarta. [ríe] Hoy no quería tomar ningún riesgo y por eso he atacado desde lejos. [ríe]
Era bastante obvio que estábamos preparando algo hoy. Al pie de la subida los Jumbo-Visma estábamos perfectamente colocados gracias a Nathan [Van Hooydonck] y Stevie [Kruijswijk]. Nathan lanzó en la subida; Tiesj [Benoot] tomó su relevo; y, cuando escuché por el pinganillo que habíamos hecho daño, arranqué. Me quedé solo tras pasar la pancarta de la cota y dudé si esperar a Jonas [Vingegaard] y [Adam] Yates. Cuando dijeron por la radio que Primoz [Roglic] y Jonas estaban bien colocados y fuera de peligro, fue la señal para lanzarme en solitario a por la victoria.
Estoy sorprendido de lo que hecho. Descolgar de esta manera a ciclistas que llevas a rueda es una de las cosas más bestias que puedes hacer en una carrera.
Para mí, el mejor cumplido que me pueden formular es que inspiro a los ciclistas jóvenes. Las estadísticas están bien, pero no me dicen tanto. Yo sólo trato de dar lo mejor de mí cada día, y esto de hoy ha sido muy especial. Este maillot da alas.
La etapa de mañana sobre el pavé va a ser difícil porque habrá muchos nervios en el pelotón. Yo tengo mucha confianza en mí y en mi equipo, porque en nuestra alineación hay muchos ciclistas con experiencia en las clásicas del norte. Para nosotros no va a ser cuestión de salvar el día sin problemas, sino de aprovechar una oportunidad de hacer algo importante.
Tomado de https://www.letour.fr/