El Cesar, conocido por su asombrosa biodiversidad y alto potencial agrícola, resguarda cacao como uno de sus tesoros más preciados. De hecho, este cultivo creció exponencialmente en los últimos años, debido a la determinación y resiliencia de manos campesinas e indígenas, víctimas del conflicto armado, para quienes el cacao avivó, en tiempos de violencia, la ilusión de un mañana mejor.
Ahora bien, considerando ampliamente las incidencias sociales, ambientales y económicas de la cacaocultura en el departamento, el Gobierno del Cesar y la Embajada de Canadá, a través de Socodevi, suscribieron convenio por $430 millones, a fin de fortalecer los procesos de calidad del cacao e impulsar su posicionamiento en mercados nacionales e internacionales.
Desde luego, el acuerdo firmado promoverá que comunidades rurales y ancestrales nativas de la Sierra Nevada de Santa Marta y Serranía del Perijá, establezcan su propia marca de origen cesarense ‘Cacao, del Corazón del Mundo’.
También, concretarán lazos comerciales participando activamente en ferias y ruedas de negocio con actores claves en la cadena de valor, permitiendo el intercambio de conocimientos y experiencias que, sin duda, mejorarán la cooperación, eficiencia y productividad de la industria cacaocultora.
Al respecto, Rubén Escamilla, líder de Socodevi en Colombia asegura: “Tenemos la apuesta de contribuir a diversificar económicamente el territorio del Cesar, y en esa apuesta, la cadena de valor del cacao tiene un potencial enorme. Y ya no solo un potencial, es una realidad. Cuando iniciamos en el 2019 hablábamos de 13 toneladas comercializadas con nuestras organizaciones, hoy estamos superando las 350. El hecho de que se involucre la Gobernación para nosotros es muy importante, porque está creyendo en esta apuesta, y el trabajo tiene que ser colaborativo, entre más se sumen actores tan fundamentales como lo es la Gobernación, porque es quien gerencia el territorio, mejor. Estoy muy complacido y veo esto con muy buenos ojos, que sea el inicio de otras alianzas que logremos concretar en el tiempo”.
Más que cacao
En la actualidad, el esfuerzo de más de 700 familias oriundas de Pueblo Bello, Valledupar, La Paz, San Diego, Agustín Codazzi y San José de Oriente (La Paz) fomenta la economía local, la protección de bosques y el empoderamiento femenino; estos aspectos confluyen y dejan como resultado un producto único en el mundo por sus sabores y aromas.
Según Claribeth Navarro Izquierdo, indígena y lideresa de Asoseynekun: “Que la Gobernación quiera hacer parte de estas iniciativas e invierta parte de sus recursos en mejorar infraestructura y calidad del cacao, será el complemento para llegar a muchas más familias y lograr dignificar nuestros ingresos”.
Ciertamente, las y los cacaocultores afirman que consagrarse a este oficio es sinónimo de armonizar con la tierra y sus antepasados. Además, creen fervientemente que afianza la integración familiar, la conexión ambiental y espiritual.
Sobre esto, Navarro Izquierdo expresó: “Realmente para nosotros el cacao es un cultivo muy importante, porque es el segundo cultivo que más genera empleos en el país y transforma la vida de las personas durante todo el año (…) las familias tienen un ingreso permanente, eso permite que puedan mejorar sus condiciones de vida y ver la oportunidad de salir adelante (…) el cacao es amor, solamente nosotros conocemos los rituales y labores culturales que hacemos para que el cacao rehabilite tu espíritu y puedas conectar con la Sierra Nevada de Santa Marta”.
Inversión en marcha
El Gobierno del Cesar viene respaldando la productividad de los territorios, potenciando el énfasis de la producción agraria, como en este caso la del cacao.
Sobre esto, la gobernadora, Elvia Milena Sanjuan Dávila, quien ha recorrido zonas como la Unidad de Postcosecha Comunitaria, propiedad de la finca La Milagrosa, situada en la vereda La Duda Baja, de Agustín Codazzi, indicó: “Cuando se trata de inversión desde lo público debe ser con financiación de proyectos, con inversión en capital, pensando en la tecnificación, acompañándolos en la comercialización, cerrando esa cadena, ese ecosistema que le permitirá al departamento desarrollarse y posicionarse”.
La mandataria oficializó la entrega del Centro de Beneficio de Cacao a ANEI, asociación que integra y beneficia a los municipios de Agustín Codazzi, Pueblo Bello y Valledupar. Aquí se recibe la materia prima hasta obtener productos calificados, llevando a cabo labores de fermentación, secado y limpieza sin contratiempos, facilitando que los granos estén listos para almacenar y transportar.
“El olor y sabor de nuestro cacao es distinto, exclusivo, magnífico y maravilloso, sobre eso tenemos que trabajar. Cada hectárea de cacao está sembrada con amor por las familias cesarenses. Lo mínimo que nosotros podemos hacer desde el Gobierno Departamental es ayudarlos a crecer, porque ustedes a nosotros nos representan”, enfatizó la gobernadora.
Por su parte, Juan Sebastián Páez Izquierdo, líder de ANEI, indicó, tras agradecer al Gobierno del Cesar, que “sabemos que el camino para el cacao, para todos los cacaocultores, es la calidad. Entonces, estas infraestructuras son básicas para poder mejorar esa calidad que impacta directamente en los ingresos de las familias (…) muchas de las asociaciones productoras de cacao se verán beneficiadas”.
De este modo, el Cesar le apunta a ser altamente competitivo, innovador y productivo.